
Hasta el 26 de marzo. Me consultó una mujer joven que presentaba síntomas de enfermedad del corazón… Tomé un cuaderno, lo enrollé fuertemente.., apliqué un extremo a la región precordial de la paciente, coloqué mi oreja en el otro extremo y quedé sorprendido y satisfecho al escuchar los latidos del corazón de la forma más clara y precisa que jamás lo había hecho… De esta forma describió Laennec en 1816 la intuición que se convirtió en el fundamento de su invención.
De enrollar unas hojas de papel a inventar el estetoscopio. Un sencillo y pulido tubo de madera de 30 cm, que se empleó con la misma técnica descrita. En 1819 publicó su fundamental “Tratado de la Auscultación Mediata”. Había nacido la moderna auscultación que permitía escrutar fácilmente el aparato respiratorio y el corazón.
A lo largo de doscientos años, numerosos modelos de estetoscopios han facilitado a los médicos la técnica auscultatoria, desde los primitivos y rígidos monoaurales hasta los modelos electrónicos más actuales, que permitirían otra forma de auscultación a enorme distancia, incluso la de un astronauta. Pero con la aparición de otras técnicas más complejas y de más difícil acceso, ha ido descendiendo el rigor en la auscultación y el valor que los propios médicos otorgan a una técnica cuyo instrumento se convirtió pronto en el símbolo universal del ejercicio de la Medicina.
Dónde: Real Academia Nacional de Medicina (Arrieta, 12. Metro: Ópera L2-L5)
Horario: Lunes a viernes de 10:00 a 14:00. Martes de 16:00 a 19:00
Gratis







